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8 de septiembre de 2012

UNA BUENA


Donde menos lo piensas encuentras un menú que te llama la atención y una comida que sin ser ostentosa te llena de placer a través del paladar, y por qué no, del sentido de la vista.
Por asuntos de trabajo me acerqué al Centro Comercial Club de Campo en la carretera Panamericana.
Ya en otras ocasiones sus puertas me coqueteaban y me invitaban a entrar lo que se materializó ayer 07 de septiembre.
Un espacio amplio pero con pocas mesas. Las necesarias para brindar al comensal un sentimiento de confort.
La cocina a la vista y un personal muy joven eran parte de la decoración del local. La cocina, por supuesto. a través de ventanales de vidrio templado que garantizaban un adecuado manejo de de los olores y aromas.
Cinco o seis entremeses, no mas, encabezaban la carta. Seguidos por tres ensaladas de donde escogí una Ensalada de la Montaña. Esta ensalada se presentaba con una cama de jamón serrano donde reposaba un mezclum de lechugas aderezadas con una vinagreta muy suave, almendras tostadas y troceadas, un poquito de queso de cabra y bajo la lechuga una sorpresa de melocoton asado a la plancha.
Lo platos principales eran un número mayor sin sobrepasar los nueve o diez, donde destacaban el Asado Negro, Pabellón, Pastel de Chucho y otros mas.
El plato escogido recomendado por el Maitre: Pechuga de Pollo Bridada.
Éste constaba de un enrollado de pechuga de pollo relleno de jamon cocido, queso primavera, nueces de cajún. Cubierta de tocineta crocante sellado a la plancha y terminado de cocer en el horno y servido con una salsa de tamarindo y una guarnición de arroz basmati cocido a la perfección y adornado con un bouquet de cilantro y ají dulce.
Fue una incursión maravillosa que vale la pene repetir. Lo recomiendo.